jueves, 22 de noviembre de 2012

Entre ensoñaciones


Todo pasa rápido, las horas transcurren como si fueran minutos, pero todo se para cuando a tú decides instalarte en mi mente, ya no existe parmenides, no hay ecuaciones bicuadradas, no hay tejidos hematopoyéticos, solo estamos tu y yo, por desgracia, mientras mi mente viaja de tu mano a lugares maravillosos mi cuerpo escudriña el corazón que sin darme cuenta he trazado en la mesa. De repente algo me saca de mi ensimismamiento, las risas de mis compañeras me indican que me han preguntado y yo, absorbida por mis pensamientos, no he contestado. Pero la verdad, eso no me preocupa, lo único que me preocupa es saber, cuando vendrás, cuando podre estar entre tus brazos y sobre todo cuando se eliminara esta distancia que nos separa cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario